El picotazo del escorpión

Despierto sobresaltado por un picotazo, ahí esta es un escorpión, veo una luz intensa que nubla mi vista, una voz me dice que no me duerma, la luz parece cada vez más intensa y la voz insiste en decirme que no me duerma. Es un fuerte dolor que se confunde con placer, lo único que transita por mi mente son bellas figuras y colores, en mi cabeza hay un gran caleidoscopio, es un fractal, un mandala. La luz disminuye, duermo por un rato y al despertar me doy cuenta que el picotazo me ha llenado de vida y de cambios, he mutado, veo con más claridad la madurez, mi niño eterno se desarrolla.
El picotazo no me ha matado, me ha hecho más fuerte, dispuesto a seguir el camino del guerrero.

Volando, volando

Cuantas veces he querido volar, ahora la fuerza interior despega como el papalotl.
Miro al sol, su luz ilumina mi vuelo, me muestra tal cual soy, veo con más claridad el camino, abandono la timidez, veo una nueva realidad.
Ahora volar se ha vuelto un nuevo ritual.

Voladores

Acrilico sobre carton metalizado

De tres colores

Además del maíz y el fríjol, el chile era la base de la alimentación de los antiguos mexicanos, así mismo el chile se utilizó como principal condimento para sazonar. Con la llegada de los invasores, la cocina no pudo escapar al mestizaje y fue así como surgió la actual cocina mexicana, producto de una combinación de ingredientes mexicanos y otros provenientes del viejo continente.
Los chiles en nogada surgen justamente en el momento en que Agustín de Iturbide firma el tratado de Córdoba y se consuma así la independencia de México; a su paso por el estado de Puebla siendo su santo, las personalidades más destacadas de la ciudad decidieron organizar un gran banquete en su honor, el cual tendría la particularidad de que todos los platillos que en él se incluyeran ostentarían los tres colores de la recientemente creada enseña nacional. Fue así como el chile en nogada pasó a ser parte de la cultura gastronomica nacional.

Caleidoscopio

Se ha abierto un nuevo ángulo, por el cual mi interior empieza a reflejarse, de ahí surge una pequeña luz, que se proyecta infinidad de veces, existen formas y colores que dan vuelta en mi cabeza.

Mi yo se multiplica, es como una línea recta que rebora desde el interior y que proyecta mil formas de ser.

La simetria que observo habla del equilibrio que nuevamente he encontrado.

En el fondo del caleidoscopio hay un latido como el del mismo corazón.

La Guacamaya

Las guacamayas

Pastel sobre papel

Pobrecita guacamaya
¡ay! qué lástima me da
¡ay! qué lástima me da
pobrecita guacamaya.

Se acabaron las pitayas
ahora si ¿qué comerá?
pobrecita guacamaya
¡ay! qué lástima me da.

Vuela, vuela, vuela,
vuela voladora,
si me has de querer mañana,
vámonos queriendo ahora.

Vuela, vuela, vuela,
vuela palomita,
si me has de querer mañana,
vámonos queriendo ahorita.

En los cerros se dan tunas

y en las barrancas pitayas

en las barrancas pitayas
y en los cerros tunas.

En los huecos de los palos
anidan las guacamayas
en los cerros se dan tunas
y en las barrancas pitayas.

Vuela, vuela, vuela,
llévate mis penas
repártelas en el mar,
en el cielo y las arenas.

Autor: Anonimo