Azul, rojo, amarillo, pinto mi cuerpo con cada uno de ellos, el susurro de las estrellas es la melodía que acompaña a cada color, transito de un estar a otro, despliego mi ser y con ello mis alas aparecen, escapo por la ventana, recorro la inmensidad del cielo, desde lejos alguien me escucha, lentamente aterrizo, me dejo fluir, busco encontrar el sueño, el espacio me parece tan mínimo que nuevamente decido salir a recorrer y probar mi nuevo plumaje, el ritmo del viento me coloca en la incertidumbre.
Un suspiro…
Un suspiro…
Remedio Varo
1957
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