Boceto
La inmensidad como aquello que nos supera en consciencia, que pone de manifiesto los límites de nuestra mente, que nos supera y que nos coloca en estados de ensoñación.
¿De qué me sirve pensar la inmensidad? Podría ser para comprenderla, para observar cosas que antes no había visto, o tal vez para descifrar su origen, para mí la inmensidad se encuentra en el interior, de ahí emana, pensar la inmensidad es sentirse grande frente a las cosas grandes, sentirse grande por ser capaz de contemplar y vivir cosas inmensas como el cielo.
Pensar en la inmensidad es como recorrer una hoja mediante lo trazos del lápiz, proyectar, borrar, remarcar, calcular, medir, simplemente bocetar.
Pensar la inmensidad es como la lubricidad, cargada de jadeos, de sudor, de excitación, es el fuego en la cama.
Pensar la inmensidad es pensar en la unión de lo luminoso y lo umbrío.
Lo luminoso y lo umbrío se conjugan en el otoño, el color ámbar como color indefinido.
En el encuentro con lo desconocido, liberación mental eso es la inmensidad.