El tiempo a transcurrido sin darme cuenta, los deberes y obligaciones avasallan, tiempo de correr y respirar se necesita para oxigenar las ideas y el cuerpo, y sin darme cuenta, una semilla ha germinado y el árbol me empieza a dar sentido, la plenitud en uno de sus máximos momentos, los frutos llegaran en su momento y podre correr como niño a recogerlos y saborear su néctar, por ahora es momento de meditar y no detener el paso firme.No simpre hay momentos para escribir, no siempre el ser tiene los ánimo físicos y síquicos para hacerlo, sin embargo, las oportunidades aparecen como destellos de luz sobre negro, y me viene a la cabeza la expo de Pierre Soulages, me viene el negro, me viene la luz, la oposición y la continuidad, la texrura y los caligramas, cerrar los ojos, y abrirlos para encontrar el árbol en el cuerpo.
