La narración es ficticia, tan breve sobre un tema que pudo ocurrir realmente en la vida o la naturaleza, la semejanza forma una moraleja.
Las emociones se aceleran, vibra el interior, sin embargo, los límites son grandes. Despues de viajar a la busqueda del centro, de tratar de encontrarme nuevamente y reflexionar mi locura, estoy aquí recordando las enseñanzas del fin de semana en Xiltla y Real de 14, sentiendo el cuerpo caliente como despues de comer el híkuri, serpenteo interior.
Es momento de pensar en el poder de la fuerza de voluntad.
De ser estratega y paciente. El equilibrio de libra está ahí prendido de Venus.
