anonimo
Septiembre 2007 zócalo ciudad de México
El agua cae, el trueno retumba, la montaña llena de vida verde, los acordes de "mojado" en la radio por la noche, es Septiembre, Yemaya, la madre, la virgo, observa la escena.
Y como el ciclo del agua, de la vida misma, hay que renacer, encontrar el camino y conseguir el sueño, aterrizarlo y no dejarlo sólo en la cabeza, más acción que idea.
Escapé de una especie de granja, sí una oficina, ambiente frio, literalmente frio, sólo faltaban los pingüinos, gente gris, trabajo monotono, todo un automata de la contaduría, así que un día solo pase a cobrar y no regrese más, esté proceso me ha abierto los ojos para comprender que debo hacer lo que quiero a pesar de que la realizad se torne lluviosa y relampaguenate, no hay paso a tras.
Es momento de salir de la crisalida y dejar la culpa de lado, olvidar las cargas y cruces ajenas, para poder volar libre y plenamente hacia el camino que tengo trazado.
Independencia. El inicio de los treinta años debe ser libre, independiente y sin ataduras, para ello hay hay que construir y encontrar disciplina.
Septiembre libertario...
Y como el ciclo del agua, de la vida misma, hay que renacer, encontrar el camino y conseguir el sueño, aterrizarlo y no dejarlo sólo en la cabeza, más acción que idea.
Escapé de una especie de granja, sí una oficina, ambiente frio, literalmente frio, sólo faltaban los pingüinos, gente gris, trabajo monotono, todo un automata de la contaduría, así que un día solo pase a cobrar y no regrese más, esté proceso me ha abierto los ojos para comprender que debo hacer lo que quiero a pesar de que la realizad se torne lluviosa y relampaguenate, no hay paso a tras.
Es momento de salir de la crisalida y dejar la culpa de lado, olvidar las cargas y cruces ajenas, para poder volar libre y plenamente hacia el camino que tengo trazado.
Independencia. El inicio de los treinta años debe ser libre, independiente y sin ataduras, para ello hay hay que construir y encontrar disciplina.
Septiembre libertario...