Con el ojo de la contemplación dejo que mi sensibilidad aflore, que mi intuición me lleve por recovecos y senderos, el equilibrio de la triada cuerpo, mente y espiritú.
Con la contemplación abandonamos todo tipo de conceptualización, para solo captar la imagen en si misma, las formas lingüísticas son dejadas de lado, así el mar, no puede ser contenido solo en tres letras.
En la contemplación el tiempo se diluye y parece la eternidad misma.
Contemplar, hoy voy a contemplar.