photograph by Cardenas / Edwards, Cuerpos Pintados"Había aprendido a mostrar y usar su anatomía a solas, frente a otros y con otros. A no considerar sagrado ninguno de sus resquicios. A soportar en lo posible el asedio del dolor. A soñar en medio de la contracción de sus músculos. A percibir el espacio como tiempo y el tiempo como algo extenso, un paisaje por el que pasear o detenerse. A controlar sus sensaciones, a inventarlas, a fingirlas, a imitarlas. A traspasar cualquier barrera, a dejar de lado cualquier reserva, a desprenderse del lastre del remordimiento. Una obra de Arte no tenía nada que le perteneciera: cuerpo y mente estaban dirigidos a crear y ser creados, a transformarse."
José Carlos Somoza, Clara y la penumbra
Es una novela de intriga, que te atrapa, la historia se desarrolla en el año 2006. La trama inicia con el asesinato de una jovencita. No es un asesinato cualquiera, ya que la joven es una obra de arte, de una firma artística de prestigio en el mundo y conocida por sus obras con lienzos humanos, conocidas como obras de arte hiperdramatico. Es hiperdramatico, según el autor, porque va más allá del drama. No hay fingimiento alguno... todo es real. El soporte de la obra es el cuerpo humano. La mayoria de los lienzos son jovencitas a las que se les prepara para ser lienzos, para posteriormente convertirse en obras de arte. Los cuerpos son laboriosamente imprimados: son rasurados, ningún bello, ni pestañas, son preparados psicológicamente para el trabajo con el artista. Una vez terminada la obra, es expuesta en galerías de arte para su posterior compra o alquiler por parte de cualquier coleccionista. El autor también nos da una lectura, desde la narrativa, del mercado del arte y su manejo; Bruno Van Tysch, un artista, grande entre los grandes en la novela menciona que "el arte no es otra cosa que dinero".
El libro nos lleva por caminos inimaginables, cada hoja es una puerta nueva, no deja de sorprenderme la lectura y el autor es considerado uno de los escritores más imaginativos de nuestro tiempo.
José Carlos Somoza, Clara y la penumbra
Es una novela de intriga, que te atrapa, la historia se desarrolla en el año 2006. La trama inicia con el asesinato de una jovencita. No es un asesinato cualquiera, ya que la joven es una obra de arte, de una firma artística de prestigio en el mundo y conocida por sus obras con lienzos humanos, conocidas como obras de arte hiperdramatico. Es hiperdramatico, según el autor, porque va más allá del drama. No hay fingimiento alguno... todo es real. El soporte de la obra es el cuerpo humano. La mayoria de los lienzos son jovencitas a las que se les prepara para ser lienzos, para posteriormente convertirse en obras de arte. Los cuerpos son laboriosamente imprimados: son rasurados, ningún bello, ni pestañas, son preparados psicológicamente para el trabajo con el artista. Una vez terminada la obra, es expuesta en galerías de arte para su posterior compra o alquiler por parte de cualquier coleccionista. El autor también nos da una lectura, desde la narrativa, del mercado del arte y su manejo; Bruno Van Tysch, un artista, grande entre los grandes en la novela menciona que "el arte no es otra cosa que dinero".
El libro nos lleva por caminos inimaginables, cada hoja es una puerta nueva, no deja de sorprenderme la lectura y el autor es considerado uno de los escritores más imaginativos de nuestro tiempo.
